Este lugar es sumamente importante para todos los pobladores de la cuenca del Lago de Tota, porque lo que se pensaba que iba a ser un vivero municipal, ahora tiene una connotación más importante, pues representa el lugar donde se recuperan especies nativas, fomentando el intercambio de saberes y la capacitación. Adriana Morales, Unidad de Fomento Agropecuario, Alcaldía de Tota
Así como Adriana Morales, son varias las personas de la región que encontraron en el Centro de germinación y propagación de alta montaña de la cuenca del Lago de Tota, mucho más que el vivero municipal. Todo comenzó cuando Eriverto Cruz, actual alcalde municipal de Tota, proyectó la construcción de la estructura del vivero prometido a sus conciudadanos y el Proyecto AICCA Colombia visualizó en ello la oportunidad para implementar una medida de adaptación al cambio climático.
Tras una reunión donde AICCA expuso la posibilidad de diseñar y establecer un centro para la recuperación de semillas nativas y posterior propagación, que garantice la disponibilidad y diversidad de especies nativas para la restauración ecológica en la Cuenca del Lago de Tota, el gobierno municipal acogió la iniciativa y fue así como inició el proceso para suscribir un convenio interinstitucional entre CONDESAN y la Alcaldía.
En la cuenca del Lago de Tota existe una pérdida importante de cobertura boscosa a causa de los incendios forestales en la época seca y la afectación de los ecosistemas de páramo como consecuencia del crecimiento de la frontera agropecuaria. Adicionalmente, las especies nativas propias de los ecosistemas de la cuenca, como el Mortiño, el Colorado y el Chite, se han venido sustituyendo por plantaciones de Alisos, Eucaliptos, Pinos y Acacias, entre otros. Estas problemáticas ambientales afectan la calidad y cantidad de los servicios ecosistémicos, generando una baja capacidad adaptativa para afrontar los cambios adversos del clima. Por ello, un vivero especializado en plantas nativas de alta montaña es una importante medida de adaptación.
Para hacer esto realidad, la Alcaldía de Tota aportó con el terreno, la obra civil y el compromiso de sus profesionales en recibir capacitación para la operación, mantenimiento y administración del centro de germinación. Por su lado, el Proyecto AICCA, entregó insumos y materiales para la construcción de las áreas de germinación, realizó salidas de campo en conjunto con la comunidad para determinar especies nativas para la propagación dentro del semillero, realizó el acompañamiento técnico durante la construcción del centro, llevó a cabo actividades de propagación de especies priorizadas, realizó un curso de viverismo y capacitó tanto a miembros de la alcaldía como a personas de la comunidad interesadas en aplicar en sus propiedades nuevas técnicas de plantulación, entre otras.
Se dejaron establecidas 6 estrategias de restauración como referentes demostrativos y de educación: recuperación y rehabilitación ecológica a partir de núcleos de vegetación, franjas riparias, cercas vivas, zonas de enriquecimiento, control de acacias y barreras perimetrales. En las parcelas demostrativas se plataron un total de 3.000 individuos de 14 especies nativas.
Dentro de los procesos de formación se incluyeron temáticas de producción de biofertilizantes líquidos y sólidos y se complementó con un piloto para la propagación de plántulas de hortalizas para la segurididad alimentaria como lechuga, acelga y zanahoria. Parte de las instalaciones fueron adecuadas para mantener estas actividades en el tiempo.
Lo que más me ha gustado aprender es sobre los biofertilizantes, porque es una manera de llevarle microrganismos benéficos al suelo y las plantas, reduciendo la contaminación de los agroquímicos que le hacen daño a los alimentos y por consiguiente a la salud. David Sánchez, Beneficiario Taller de Biofertilizantes
Actualmente, se cuenta con disponiblidad de 10.000 plántulas de 10 especies forestales, para los procesos de restauración una vez inicie la temporada de lluvias. Además, se ofrece orientación técnica, giras demostrativas y charlas educativas de manera permanente.
Todo lo aprendido quiero transmitirlo a mis padres y hermanos, quiero que seamos una familia ejemplar en la vereda para que los vecinos se motiven a utilizar técnicas que no afecten al medio ambiente y protejan nuestra salud. Elizabeth Moreno, Beneficiaria Taller de Viverismo
Como valor agregado, el centro de germinación y propagación de alta montaña de la cuenca del Lago de Tota será un espacio de intercambio de saberes e investigación en torno al tema de semillas y especies nativas para la cuenca, así como para la capacitación, demostración e investigación sobre la variabilidad y cambio climático, en relación con acciones de restauración y rehabilitación.
Se posicionan y se integran, como parte del diseño, técnicas resilientes a las variaciones de clima como el uso de sistemas de microaspersión y nebulizadores y diferentes porcentajes de polisombras itinerantes que permiten generar condiciones para el adecuado crecimiento de las plantas. Adicionalmente, la variedad de especies nativas de bosque altoandino y páramo, integradas en el proceso de germinación, junto con las acciones demostrativas de restauración ecológica realizadas en el lugar, permiten establecer una línea base para evaluar la adaptabilidad de las plantas y generar modelos replicables en la cuenca del Lago de Tota. Paola Pérez – Asistente Técnico Nacional AICCA
Actualmente, el centro de germinación es operado y administrado por el equipo técnico de la oficina de Fomento Agropecuario de la Alcaldía de Tota y se encuentra en formulación un proyecto con apoyo de AICCA para gestionar recursos de inversión y/o alianzas con instituciones (como Empresas de servicios públicos, autoridad ambiental, Sistema Nacional de Regalías) del sector ambiental y con las comunidades (acueductos rurales) con el propósito de ampliar la producción y garantizar su sostenimiento en el mediano plazo.
Este trabajo conjunto de AICCA Colombia y la municipalidad de Tota potencia la capacidad adaptativa al cambio climático de las comunidades de la Cuenca a través de las capacidades instaladas locales para la recuperación de ecosistemas degradados clave y, por tanto, de los servicios ecosistémicos que sostienen la vida y actividades de sus habitantes.
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