Cuyuja y Papallacta se benefician de acciones de adaptación al cambio climático

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Cuyuja y Papallacta son parroquias ubicadas en la cuenca del río Victoria, uno de los sitios de intervención del Proyecto AICCA en Ecuador. Por su ubicación en la estribación de la cordillera, se generan fenómenos climáticos extremos como lluvias intensas y heladas, haciendo muy complejo cultivar al aire libre y dificultando la comercialización de productos frescos por las frecuentes afectaciones a las vías.

A esto se suma que solamente el 39,16% de la población cuenta con agua entubada para uso doméstico, a pesar de ser la zona que más aporta agua para la ciudad de Quito. Además, el agua se toma directamente de los cuerpos de agua, lo que no garantiza la calidad ni la cantidad del recurso para las familias.

Basándose en los resultados de análisis de brechas y el diagnóstico de las problemáticas en la zona, el proyecto trabaja con las poblaciones de la cuenca para implementar soluciones sostenibles para la adaptación al cambio climático y la seguridad hídrica. Específicamente, se llevan a cabo 3 iniciativas: cultivos bajo cubierta, ganadería resiliente y agua segura para las familias (potable).

Esta última acción del proyecto inició recientemente. Se construirán sistemas de agua potable tanto para Cuyuja como Papallacta, aprovechando el exceso de precipitación de la zona para reducir sus impactos sobre los ecosistemas y la infraestructura. La obra beneficiará a 1.700 habitantes; y además de los beneficios en la salud pública, fortalecerá el desarrollo productivo con actividades como el turismo.

“Hemos esperado esta obra por más de 30 años”, Franklin Rosero, alcalde del cantón Quijos.

El pasado 26 de marzo, se realizó un evento de inauguración del que participó Jaime Ortiz, Viceministro de Agua del Ministerio de Ambiente y Agua del Ecuador – MAAE. La obra arrancará efectivamente en mayo y el tiempo considerado para la construcción es de 4 a 5 meses.

La intervención en estas parroquias se alinea a la misión del proyecto de contribuir a la adaptación del sector hidroeléctrico de una manera integral y sostenible, es decir, preservando la infraestructura, así como los ecosistemas y el bienestar de las personas.

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