La producción y el consumo responsables constituyen el doceavo objetivo de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030. A la par, son también excelentes estrategias de adaptación al cambio climático ya que aportan a disminuir la presión sobre los ecosistemas y los recursos, incrementan la eficiencia productiva, aportan ingresos diversificados a las familias, entre otros.
En ambos sitios de intervención del proyecto en Ecuador (Napo y Azuay), se ha fomentado la producción sostenible como estrategia de adaptación para las poblaciones asentadas en las cuencas. En Azuay, debido a las sequias y lluvias intensas, se implementaron cultivos bajo cubierta (12 invernaderos), además de sistemas de agricultura con uso eficiente del agua como hidroponía y riego por goteo. Esto ha permitido incrementar la cantidad y mejorar la calidad de los productos cultivados. Actualmente, cosechan durante todo el año: lechuga, brócoli, col, zanahoria, remolacha, cebolla, fresa, tomate riñón y pimiento. En Papallacta, una zona en donde se presentan con recurrencia lluvias extremas y las heladas, y que incrementarán como resultado del cambio del clima, también se implementaron 21 invernaderos para hacer posible una producción agroecológica, continua y diversificada. En ambos casos, el equipamiento ha sido acompañado con capacitación y asistencia técnica en campo.
“Hemos mejorado la productividad de la tierra, aprovechando el espacio que tenemos. Aplicando las enseñanzas. Antes cultivando al aire libre existían muchas pérdidas por las lluvias y las heladas. Ni el cilantro se producía, hoy hemos sembrado productos que antes no podíamos tener y sanos”,
Rebeca Manitio, productora de Papallacta.
La calidad de las frutas y verduras, la red de contactos, el empuje y organización de los beneficiarios generados a través de la implementación del proyecto ha permitido que en ambas zonas se hayan identificado canales alternativos de comercialización para los productos. En Azuay, los productos se distribuyen por los canales comerciales del Grupo Agroecológico Saucay, conformado en 2015 y coordinado y apoyado por el Comité de Conservación de la Cuenca del río Machángara bajo el lema “aprender haciendo”. Las alianzas que mantiene este grupo permiten que los productos lleguen a las mesas de Zahir Group, un conglomerado empresarial de alta cocina que busca productos con elevados estándares de calidad, así como a consumidores locales que realizan sus pedidos vía correo electrónico y los reciben en sus hogares.
Para el caso de Napo, los productos serán comercializados en los 54 mercados, plataformas y ferias del Distrito Metropolitano de Quito gracias a una alianza, producto de la autogestión, entre el GAD Papallacta con la Agencia de Coordinación Distrital del Comercio de Quito (ACDC). Los alimentos que llegarán a la capital ecuatoriana son: frutillas, acelgas, tomates, lechugas, babacos, zuquinis, pepinillos, uvillas y otros alimentos, provenientes de los invernaderos apoyados por el Proyecto. Esto permitirá que los productores los vendan sin intermediarios, obteniendo hasta un 30% adicional sobre el precio regular del mercado.
Tanto para el proyecto como para los beneficiarios, la comercialización a través de mercados alternativos que reconocen el valor de la producción sostenible, representa un importante incentivo para la continuidad de los esfuerzos y brinda sostenibilidad a las medidas de adaptación implementadas. Más allá del aporte a la soberanía alimentaria, contribuye a la diversificación de los ingresos de las familias que ahora realizan una agricultura más sostenible y resiliente al clima. A nivel de cuencas que alimentan hidroeléctricas de pequeña y mediana escala, la intensificación productiva apoya el ordenamiento del territorio, reduciendo la presión hacia las zonas de importancia hídrica y para la biodiversidad, por lo que incide también en los procesos más amplios de adaptación de este sector.