Por: Yeldyn Loza, María Rebeca Lima, Katerín Zarate
En la zona sur de Cochabamba, hay distritos que se quedan sin agua por semanas. Muchas personas acceden a menos de los 20 litros diarios que se considera lo mínimo para sobrevivir (OMS). La escasez del recurso está relacionada con la falta de fuentes cercanas adecuadas, el limitado alcance de las redes de distribución, el crecimiento poblacional y el poco interés de las autoridades por solucionar la grave problemática para estos barrios[1]. Dicha situación es aún más preocupante, ya que la escasez de agua se está agravando producto del aumento de temperatura debido al cambio climático.
Frente a esta problemática los ciudadanos de dichos distritos se han visto obligados a buscar estrategias para dotarse de agua a través de medios alternativos como: pozos comunitarios, de los que extraen agua de afluentes subterráneos, la compra de agua en turriles, la implementación de tanques de almacenamiento de agua.
La señora Felisa Figueredo del Distrito 14 de la Organización Territorial de Base (OTB) del Rincón Urkupiña dijo: “Algunos vecinos se hicieron construir pozos de agua para no comprar cada vez y los que no tenemos espacio o vivimos en casas alquiladas tenemos que comprar en turriles o tanques incluso hasta en bañadores. Tratamos de no malgastar el agua. Para el aseo utilizamos bañadores y esa agua aprovechamos para regar las plantas y para el baño.
Ante testimonios como este, una alternativa que permitiría mitigar el problema es la recolección de agua de lluvia. Esta es una medida de bajo costo que al combinarse con un tanque de almacenamiento se constituiría en un apoyo para las familias de la zona. En la época de cosecha de lluvia, este recurso puede utilizarse para el lavado de ropa, limpieza del hogar, regado de plantas y otros, disminuyendo el uso del agua comprada para evitar gastos económicos y aportar a la disponibilidad de agua en el hogar.
“En tiempo de lluvias aprovechamos el agua que cae, cuando la lluvia es continua llenamos hasta 3 turriles, esa agua usamos para consumo propio; pero más lo usamos para limpieza, ducha, lavar ropa y regar plantas. Siempre nos damos modos para reciclar (…) hay que valorar el agua pues, sin eso no vivimos”, manifestó la señora R. Poma (vecina del barrio San Andrés, Zona Ushpa Ushpa que implementa este tipo de sistemas).
Según el Ingeniero José Paredes, especialista en este tipo de sistemas, para cosechar el agua de lluvia se requiere de un tanque de PVC, el precio del mismo varía según el tamaño y m3; sin embargo, su adquisición es accesible. Asimismo, para que el agua captada sea más duradera, el especialista recomienda utilizar un sistema de oxigenación; lo cual alargaría el aprovechamiento del agua 2 o 3 meses más.
Medidas de adaptación al cambio climático como la cosecha de agua de lluvia son una alternativa para combatir la sequía y escasez de agua, sobre todo en lugares como la zona sur de Cochabamba. Emplear este tipo de sistemas es económico; además, debido a que no tienen residuos químicos como el cloro o cal, es una buena opción para el regado de plantas y otras actividades humanas.
[1] Informe SEMAPA (2021). Disponible en: https://cedib.org/wp-content/uploads/2016/05/Situacion-del-agua-en-Cochabamba.pdf
Esta nota fue elaborada por jóvenes que formaron parte del Programa de Formación de “Líderes frente al cambio climático y la resiliencia de Cochabamba”, una iniciativa del Proyecto AICCA Bolivia y el Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba. A través de esta actividad periodística, se pretende que los participantes investiguen y visibilicen el impacto del cambio climático en su región, promoviendo el involucramiento social en acciones de adaptación al cambio climático. El contenido es responsabilidad de los autores.
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