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Vegetación Altoandina: Riqueza florística clave para la identificación de plantas vasculares cumbres monitoreo Red GLORIA-Andes Venezuela

Cita: Gámez L.E., Llambí L.D., Ramírez L., Pelayo R., Torres J.E., Márquez N.J., Azócar C., Muriel P. y Cuesta F. 2020. Contribución al Conocimiento de la Vegetación Altoandina: riqueza florística y clave para la identificación de plantas vasculares en cumbres de monitoreo de la red GLORIA-Andes en Venezuela. Pittieria 44:76-103.

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Vegetación Altoandina: Riqueza florística y clave para la identificación de plantas vasculares en cumbres de monitoreo de la Red GLORIA-Andes en Venezuela

 

Los ecosistemas de los páramos enfrentan una creciente amenaza producto del cambio climático. La red GLORIA-Andes constituye un esfuerzo a escala continental para documentar los cambios en la vegetación en cumbres a lo largo de la Cordillera de los Andes. En Venezuela se establecieron siete cumbres de monitoreo entre los 3800 m y los 4600 m de elevación en dos sitios de la Cordillera de Mérida: “Gavidia-Sierra Nevada” y “Culata-Piedras Blancas”. En este trabajo presentamos una lista completa de la flora presente en las cumbres, describimos la riqueza taxonomómica, biogeográfica y de formas de vida observada y presentamos una clave para la identificación de todas las plantas vasculares. En los levantamientos durante la línea base (2012-2014) y el primer remuestreo (2017-2019), reportamos un total de 127 especies de plantas vasculares, incluyendo dos subespecies y dos híbridos, pertenecientes a 35 familias; siendo las mejores representadas Asteraceae con 36 (dos híbridos), Poaceae (20), Rosaceae (10) y Brassicaceae (6 y dos subespecies). Los géneros con mayor cantidad de especies fueron Lachemilla (7), Espeletia (6), Draba (5 especies y dos subespecies) y Calamagrostis (5). Con referencia a su origen fitogeográfico se observó una mayor riqueza de géneros Neotropicales (31,65%), Ampliamente Templados (31,65%) y Holárticos (12,66%). Aun así, observamos un alto nivel de endemismo a nivel específico, con 80 especies endémicas de los páramos de Sur América y 30 restringidas a Venezuela. Para la elaboración de la clave, se utilizó en lo posible rasgos vegetativos de fácil observación, minimizando el uso de caracteres reproductivos, de modo de facilitar la identificación en campo.