La relación entre la cobertura boscosa y la regulación hídrica es compleja y ha sido poco estudiada en los Andes Tropicales. En los últimos años, se ha vuelto evidente la necesidad de conservar y recuperar áreas degradadas mediante prácticas de forestación, reforestación y agroforestería, asumiendo que estas prácticas aportarán a la recuperación de las funciones de provisión y regulación hídrica. Sin embargo, es necesario entender diversos factores que determinan los efectos positivos o negativos en las funciones ecosistémicas de las cuencas.
Este estudio, realizado por el Centro Internacional de Investigación Agroforestal (ICRAF) y el Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina (CONDESAN), con apoyo del Programa Bosques Andinos, busca compilar y sistematizar el conocimiento científico para brindar recomendaciones y orientar prácticas y políticas que favorezcan los servicios hidrológicos en paisajes de bosques andinos.
A pesar de que el conocimiento es limitado y fragmentado, el estudio confirma la importancia destacada de los bosques montanos nativos en el almacenamiento y la provisión de agua, a través de la captura de niebla; así como la máxima regulación del agua que proporcionan los páramos en comparación con las demás coberturas de la tierra. El estudio también expone resultados respecto a pastizales, plantaciones de árboles exóticos y sistemas agroforestales de café.
Sobre esa base, se definen recomendaciones sobre siguientes pasos para la investigación, además de en qué casos y con qué consideraciones implementar prácticas de manejo sostenible de la tierra, para tener efectos positivos sobre la provisión y regulación hídrica.