En un evento global en línea, las Naciones Unidas dieron inicio el pasado 21 de enero al Año Internacional de la Conservación de los Glaciares (AICG). Líderes mundiales, científicos y activistas se reunieron para destacar la crisis que enfrentan estos gigantes de hielo, fundamentales para el equilibrio climático y el suministro de agua dulce en el planeta, y los riesgos que su derretimiento acelerado genera a la población.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la UNESCO fueron facilitadoras del evento principal. Celeste Saulo, Secretaria General de la OMM, hizo énfasis en la amenaza que representa el derretimiento glaciar para la seguridad hídrica de millones de personas. «Este año internacional debe ser una llamada de atención para el mundo”, afirmó. Por su parte Lydia Brito, Subdirectora General de Ciencias Naturales de la UNESCO, recordó que “los 50 sitios del patrimonio de la UNESCO con glaciares representan casi el 10 por ciento de la superficie glaciar de la Tierra”, y Bahodur Sheralizoda, Presidente del Comité de Protección Ambiental de Tayikistán, hizo énfasis en que la única forma de preservar los glaciares es que todos los gobiernos corrijan colectivamente el rumbo, cumplan con los acuerdos climáticos y reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.
Un llamado a la acción urgente
La agenda continuó con la sesión Visión AICG 2025, donde participaron Carolina Adler, de Mountain Research Initiative y John Pomeroy de la Universidad de Saskatchewan, como representantes del Panel de Asesores. Los expertos identificaron cinco acciones clave para este año:
- Concientizar: Informar a la población sobre la importancia de los glaciares y las consecuencias de su desaparición.
- Promover la acción: Impulsar iniciativas locales y globales para proteger los glaciares.
- Mejorar la comprensión científica: Fomentar la investigación y el monitoreo de los glaciares.
- Fortalecer los marcos de políticas: Desarrollar políticas públicas efectivas para la conservación de los glaciares.
- Fortalecer el apoyo financiero: Aumentar la inversión en proyectos de investigación y conservación.
Un desafío global
A la sesión inaugural del AICG, le sucedieron una serie de eventos paralelos. La Red de Conocimiento del programa global Adaptación en las Alturas organizó uno de ellos, «Mejorar la resiliencia desde los glaciares hasta los mares«. Allí se presentaron una serie de proyectos y soluciones de adaptación para enfrentar los peligros relacionados con los glaciares, una de las cosnecuencias más impactantes y visibles del cambio climático en las regiones montañosas. Diversos expertos del mundo se reunieron con el objetivo de fomentar el aprendizaje, la colaboración y el intercambio de conocimientos, y se cerró con un debate sobre las mejores prácticas, las brechas y los desafíos compartidos.
Foco en los Andes
Otros eventos paralelos se centraron en la situación de los glaciares en nuestra vulnerable región andina. En la sesión «Glaciares de Latinoamérica«, se abordaron temas como el acelerado retroceso de los glaciares en Bolivia, que han perdido cerca al 55% de su cobertura de hielo desde 1975; y los glaciares de Chile, que han visto aumentar su número debido a la fragmentación, pero disminuido la superficie de hielo en un 7,8% entre 2014 y 2022 solamente. Los glaciares de los Andes tienen influencia mucho más allá de las montañas, como se enfatizó en presentaciones sobre el impacto de los cambios en glaciares de Perú sobre los ríos de la Amazonia, o el papel de los glaciares de Argentina en garantizar la disponibilidad de agua durante el verano en las zonas bajas, y como su derretimiento está afectando a la población de ese país.
En otro evento centrado en los Andes, «Glaciares tropicales«, se reportaron datos preocupantes: el balance de masa glaciar ha sido más negativo en los Andes tropicales que en el resto del mundo durante ya mas de dos décadas. Expertos de Colombia y Ecuador mostraron evidencias de la veloz desaparición de los glaciares en esos países, así como de qué manera los científicos, pero también los ciudadanos organizados, están monitoreando su retroceso. En Perú, el INAIGEM explicó cómo está afrontando el problema de riesgos por derretimiento glaciar, que ha ocasionado la formación de más de 500 lagunas que ponen en riesgo de deslaves catastróficos a la población ladera abajo. Para los habitantes de los Andes, sin embargo, los glaciares son mucho más que números y estadísticas: sus testimonios de preocupación y nostalgia, pero también de afecto y esperanza, se recojen el libro «Las Voces de los Glaciares», presentado en este evento paralelo.
Un año para la alerta y la acción
Será el Año de los Glaciares: una oportunidad para tocar más fuerte la campana de alerta, pero sobre todo para unir esfuerzos y encontrar soluciones innovadoras. Desde CONDESAN y el programa Adaptación en las Alturas, invitamos a estar atentos a las diversas actividades que estamos preparando para este año, a usar y difundir el logo del AICG, y a contribuir en la medida de nuestras posibilidades a preservar nuestros valiosos glaciares andinos.