*Imagen de portada del Informe sobre la Brecha de Adaptación 2023 (PNUMA)
Ni suficientemente preparados, ni suficientemente financiados: la falta de inversiones y planificación en materia de adaptación climática en los países en desarrollo deja el mundo expuesto al peligro. La conclusión del Informe sobre la Brecha de Adaptación 2023, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) es alarmante. El informe y su resumen ejecutivo resaltan la gravedad de la situación desde la impactante ilustración de la portada: una niña armada sólo con un cubo de agua mira impotente el incendio que devora una casa. Una imagen con la que PNUMA busca representar la insuficiencia de las herramientas de financiamiento, y la falta de preparación de los países en desarrollo para enfrentar las consecuencias cada vez más inmediatas y graves del cambio climático.
El documento, “Informe sobre la Brecha de Adaptación 2023: Financiación y preparación deficientes. La falta de inversiones y planificación en materia de adaptación climática deja el mundo expuesto al peligro”, es un análisis sobre los avances en materia de planificación, financiación y ejecución de medidas de adaptación en países en desarrollo. Uno de los casos de estudio citados se refiere particularmente al retroceso glacial en las montañas del planeta. La contribución, titulada “Montañas en silencioso deshielo: Pérdidas y daños por la desaparición del “latido helado” de la Tierra”, trata sobre el impacto del calentamiento global en la criósfera y los ecosistemas de la alta montaña a nivel global. En su elaboración participó el equipo del programa Adaptación en las Alturas global, y CONDESAN a través del programa Adaptación en las Alturas-Andes.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), las temperaturas medias globales y los riesgos derivados del cambio climático continúan aumentando, impactando en mayor medida a los países en desarrollo, pero con un alcance decididamente global, por lo que las acciones requeridas se hacen cada vez más urgentes. Además, el IPCC ha advertido de que incluso si se alcanzaran los objetivos del Acuerdo de París con un gran esfuerzo de adaptación, persistirán los riesgos climáticos residuales, capaces de producir pérdidas y daños a mediano y largo plazo aún en el mejor de los escenarios.
Bajo este panorama, el Informe estudia el estado actual de las estrategias y programas de financiamiento para la adaptación. Una primera observación es que los avances en la implementación de medidas de adaptación en los países en desarrollo se están estancando, en un momento cuando la realidad del cambio climático requiere más bien una aceleración de estos esfuerzos. Desde 2020, el flujo de la financiación pública e internacional ha disminuido. A pesar de que se han detectado mejoras en aspectos como la creación de instrumentos jurídicos a nivel nacional en muchos países, y de que se observan avances en la eficiencia de la planificación de la adaptación, hoy en día uno de cada seis países todavía no dispone de un instrumento nacional de planificación para la adaptación al cambio climático.
La brecha de adaptación identificada en el estudio se basa en comparar la financiación existente con dos tipos de estimaciones del costo real de la adaptación en países en desarrollo. Una se centra en las necesidades de financiación para la adaptación, calculada a partir de los costos de los Planes Nacionales de Adaptación (NAP) y las contribuciones determinadas a nivel nacional o contribuciones nacionalmente determinadas (NDC); la cual asciende a 387 mil millones de dólares anuales. Otra estimación se obtiene a partir de modelos que calculan el costo real de la adaptación a partir de los costos estimados de diversos aspectos como por ejemplo, la protección de zonas costeras, la protección contra inundaciones o enfermedades, la seguridad alimentaria, etc.; esta asciende a 215 mil millones de dólares anuales. En ambos casos, la brecha identificada es abismal: la financiación pública internacional en el año 2021 es de únicamente 21 mil millones de dólares. De ahí la conclusión principal del estudio: el déficit de financiación para la adaptación en países en desarrollo probablemente sea entre 10 y 18 veces mayor que los flujos actuales de financiación internacional. Se indica también en el estudio que esto representa una brecha que es al menos un 50% mayor de las estimadas previamente.
El estudio de la ONU identifica otras causas de preocupación, como el hecho de que la igualdad de género y la inclusión social no se toman en cuenta suficientemente al determinar las necesidades de flujo de financiamiento; o la falta de claridad conceptual, que hace que en los NAP y NDC se haga referencia a pérdidas y daños sólo desde un punto de vista económico, sin apenas mencionar cuáles opciones se tienen para abordar el problema. Las medidas de adaptación tomadas son frecuentemente de mediano y largo plazo, o insuficientes.
Concluye el estudio citando la urgencia de encontrar fuentes de financiación y estructuras de gobernanza innovadoras para alcanzar la escala necesaria. Una mayor cooperación internacional para superar un déficit no sólo requiere más financiación internacional, nacional y privada, sino una verdadera reforma de la arquitectura financiera internacional.
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (2023). Resumen ejecutivo. En: Informe sobre la Brecha de Adaptación 2023: Financiación y preparación deficientes. La falta de inversiones y planificación en materia de adaptación climática deja el mundo expuesto al peligro. Nairobi. El resumen de políticas está disponible en https://www.unep.org/es/resources/informe-sobre-la-brecha-de-adaptacion-2023. El caso de estudio “Mountains in silent thaw: Losses and damages from the disappearing “frozen heartbeat” of Earth” (en inglés) puede descargarse en el siguiente botón.