Una red comunitaria observa el comportamiento de las aves frente a los efectos del cambio climático

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Desde el año 2003 las ornitólogas Johanna Zuluaga-Bonilla y Diana Carolina Macana comenzaron un proceso constante de avistamiento, registro e identificación de las especies de aves endémicas y migratorias en la Cuenca del Lago de Tota. Su determinación llamó la atención de personas de la comunidad quienes progresivamente se fueron sumando a esta actividad de observación y conservación de los ecosistemas. Por su parte, a su llegada al territorio, en el año 2018, el Proyecto AICCA se interesó en identificar a los colectivos locales que desarrollan labores relacionadas con la protección y conservación ambiental y que de manera directa o indirecta ofrecen capacidades de adaptación al cambio climático. Fue así como se identificó la oportunidad de apoyar a este grupo para convertirse en la Red Fenológica de Aves de la Cuenca del Lago de Tota.

Una red fenológica de aves, estudia la relación entre el clima y el comportamiento de las aves. Debemos estar atentos a lo que ellas nos cuentan, por eso las monitoreamos, las observamos y registramos sus movimientos. Conocer cuándo llegan a la cuenca y cuándo se van, preguntarnos: ¿por qué no han llegado?, ¿dónde y con qué están haciendo sus nidos?, entre otras tantas cosas, nos permite identificar cambios en el clima. Johana Zuluaga-Bonilla, Ornitóloga, Líder de la Red Fenológica de Aves

Y es que además de sus diversas formas, colores y cantos, se ha demostrado que las aves son bioindicadores eficientes de los cambios ambientales. Para establecer estas relaciones entre el clima y el comportamiento, se requiere un monitoreo continuo tanto de aves residentes como migratorias, con el fin de identificar las fechas de reproducción, migración, aumento o disminución de especies, nuevas especies provenientes de otras altitudes, cambios y/o alteraciones de sus ecosistemas, entre otras, que permitan establecer variaciones en el tiempo.

Me gusta observar las aves. Al principio solo me aprendía los nombres de la guía de aves y jugaba a identificarlas, pero ahora es más interesante y a la vez divertido, porque estudio su comportamiento y la relación con el clima. Por ejemplo, si uno sabe que el ecosistema de la Cuenca del Lago de Tota es de Páramo, es decir, frío y a mucha altitud, ¿qué le puede estar contando un ave que proviene de climas cálidos?… pues que el clima está cambiando, que la cuenca se está calentando.  Juan David Alvarado, 17 años, miembro de la Red Fenológica de Aves

Víctor Manuel Riveros, miembro de la Red Fenológica de Aves del Lago de Tota en el punto de observación “Pueblito Antiguo”, Cuítiva, Boyacá. Foto: AICCA Colombia, 2021

Para el proyecto AICCA, la participación de las comunidades es fundamental en la implementación de las medidas de adaptación al cambio climático, debido a que son precisamente las personas quienes deben apropiarse de las herramientas y capacidades de adaptación.  Tras haber identificado y priorizado áreas idóneas para realizar el monitoreo, así como seleccionado especies bioindicadoras de aves*, se realizó una convocatoria abierta a las personas de la comunidad interesadas en hacer parte de la red. Se conformó un grupo inicial de 69 inscritos diferenciados en 45 mujeres y 24 hombres, quienes recibieron capacitaciones y fortalecimientos sobre observación fenológica y monitoreo del grupo funcional de las aves, su vocalización, su anatomía, el uso de las aplicaciones móviles para sus registros, el uso de guía de aves y binoculares, entre otros. Un proceso teórico-práctico que tuvo una duración de cuatro meses y que dio como resultado la primera Red de Monitoreo Fenológico de Aves como bioindicadores de los efectos del Cambio Climático en la Cuenca del Lago de Tota, conformada finalmente por 20 observadores fenológicos.

A través de la Red fenológica de aves queremos generar alternativas de turismo sostenible, donde los miembros de la red sean guías y acompañen a los turistas a recorrer los 6 puntos de monitoreo priorizados, les expliquen la importancia de monitorear a las 6 especies bioindicadoras y así, puedan vivir una experiencia turística diferente y ambientalmente responsable. Paola Suárez Orduz, Administradora Turística y Hotelera, Líder de la Red Fenológica

Los nuevos observadores de aves recibieron, por parte de AICCA, una libreta para el registro de monitoreo y binoculares profesionales (equipos indispensables para el avistamiento de aves). Estas herramientas permitirán estudiar, investigar, analizar e interrelacionar el cambio climático con el comportamiento de la biodiversidad.

Juan David Alvarado recibe por parte de Paola Suárez el certificado como observador fenológico, la libreta para el registro de monitoreo y los binoculares profesionales. Foto: AICCA Colombia, 2021

De esta forma, el Proyecto AICCA deja capacidades instaladas en las comunidades para que ellas mismas puedan generar información que facilite la toma de decisiones informadas frente a los impactos que tiene el cambio climático en torno a la conservación y protección de la biodiversidad en la Cuenca del Lago de Tota, a la vez que ofrece oportunidades para la diversificación de los medios de vida como el turismo sostenible.

* Las especies bioindicadoras de monitoreo son 6. Aves migratorias: Coccyzus americanus, Spatula discors y Tyrannus savanna. Aves residentes: Cistothorus apolinari, Podilymbus podiceps y Quiscalus lugubris.

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Disfruta el programa que el canal satelital TVAgro realizó a la Red Fenológica de Aves del Lago de Tota

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Conoce más de AICCA Colombia enhttp://aicca.condesan.org/colombia/

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