El cambio climático, junto con el cambio de uso de suelo y la contaminación, están afectando a los ecosistemas del Ecuador, causando extinciones locales, desplazamientos latitudinales, migraciones, expansiones o contracciones en los rangos de distribución, así como cambios en los patrones fenológicos (respuestas de las especies a las diferentes variables meteorológicas). Estas alteraciones pueden provocar la pérdida de los servicios que nos proveen los ecosistemas naturales, como agua, polinización de cultivos, fibras, alimentos, leña, madera, medicinas, recreación, entre otros. Esas pérdidas pueden acarrear altos costos sociales, económicos, culturales y ambientales, articularmente en grupos humanos vulnerables. Dada la importancia de los ecosistemas para el bienestar humano, en el Ecuador se están ejecutando diferentes acciones para mantener los servicios que éstos prestan. A veces, esas acciones están orientadas expresamente a la adaptación ante el cambio climático, pero en otros casos son parte de programas de conservación y restauración de la biodiversidad y el paisaje. En este documento se recogen algunas de las lecciones que se han aprendido a través de la implementación del co-manejo adaptativo como estrategia de adaptación al cambio climático en distintos ecosistemas del Ecuador.
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